Banco RIO: Ideas que dan trabajo, un compromiso con el desarrollo sustentable

Banco RIO y el compromiso social

 

Fundado en 1908, Banco RIO es hoy uno de los bancos privados con mayor capital del sistema financiero argentino. Provee servicios bancarios —desde 1997, como parte de la franquicia latinoamericana del Grupo Santander— a más de 1.300.000 clientes. Cuenta con una red de 210 sucursales en 21 provincias y más de cinco mil empleados. Es el banco privado argentino de mayor patrimonio, líder en rentabilidad y calidad de cartera.

 

Esa rentabilidad constituye el fin económico de Banco como organización comercial. Es decir, generar el mayor valor posible tanto para los accionistas y los clientes como para las personas a las cuales da empleo. Y hacerlo con una gestión innovadora, eficiente y clara.

 

Aun así, Banco RIO no se desentiende del rol social que se espera de una organización de su tamaño. Por el contrario: sabe que en él reside una de las claves de su desarrollo. Contribuir a la riqueza intelectual y material de una comunidad es contribuir a su calidad de vida y también a su capacidad de transformarse en un escenario económico sustentable, fértil para el desarrollo de negocios que beneficien a todos.

 

Programa de Responsabilidad Social Corporativa

 

En esa creencia, y reflejando la tradición de un grupo que hace de la responsabilidad el centro de su actividad empresaria, Banco RIO profundiza año tras año el compromiso que tiene con su comunidad. Prueba concreta de ello es el Programa de Responsabilidad Social Corporativa (PRSC) que el Banco inició en 2002 y que solventa planes y acciones con tres objetivos centrales: apoyar la educación, prevenir la desnutrición infantil y fomentar los emprendimientos que generen empleo.

 

Para cumplir estos objetivos, el PRSC invirtió en 2005 más de 2,5 millones de pesos y acumuló así casi 7 millones de pesos[1] desde su puesta en marcha (por establecer un rango comparativo, casi el triple de lo que gasta anualmente el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en formación docente).

 

Algunos de los planes que el Banco financia con esta inversión son Del colegio al empleo (un programa de talleres que llegó en 2005 a 20 mil jóvenes de Buenos Aires, Rosario y Córdoba); el plan de becas escolares que apoya a más de 328 chicos de Catamarca, Santiago del Estero y Tucumán; la colaboración con 249 comedores de Cáritas ubicados en las distintas provincias en las que el Banco opera, y un aporte creciente a la Red Argentina de Bancos de Alimentos.

 

Banco RIO y la inclusión laboral

 

Junto con la desnutrición infantil y el deterioro educativo, una de las secuelas que dejó la última crisis económica argentina fue un aumento de la exclusión laboral. Una problemática que incide en el crecimiento económico del país pero que además atentan contra la cohesión social y la cultura del trabajo. Los argentinos que pierden su empleo pierden mucho más que el acceso a recursos monetarios; se apartan de su autonomía, su autoestima y su dignidad.

 

Desde 2003, Banco RIO apoya programas que intentan reemplazar la respuesta asistencialista frente al desempleo por iniciativas que desarrollen las habilidades emprendedoras y fortalezcan la organización comunitaria. En mayo de 2004, por ejemplo, finalizó con éxito el Programa Sembrando Esperanzas, que proveía asesoramiento y apoyo financiero a cien familias de Bariloche (Río Negro) que producían sus propios alimentos en huertas orgánicas. Estos buenos resultados decidieron al Banco a ir un paso más allá.

 

Un desafío a la altura de Banco RIO

El desafío fue crear entonces un programa

  • que permitiera a las personas superar su situación de desempleo y desarrollar habilidades que generen ingresos
  • que tuviera alcance potencial en todas las comunidades donde el banco opera
  • que involucrase activamente a los empleados, aprovechando el conocimiento que éstos tienen de las necesidades en sus propias comunidades
  • que pudiera replicarse año a año

 

El caso: Ideas que dan trabajo

 

En respuesta a este desafío nació Ideas que dan trabajo.

 

Un programa por medio del cual el Banco financia la puesta en marcha de emprendimientos autosustentables que apadrinan sus propios empleados y que generan empleo genuino para personas sin trabajo.

 

Objetivos del programa

Con Ideas que dan trabajo, Banco RIO persigue dos objetivos primarios:

  • Contribuir a generar fuentes de trabajo genuino como camino hacia un desarrollo social sustentable
  • Involucrar a toda la organización en el proyecto, aprovechando el conocimiento que tienen los empleados sobre sus propias comunidades

 

Públicos y mensajes

Ideas que dan trabajo convoca a todo el personal de Banco RIO para que presente proyectos de iniciativas laborales sustentables en las localidades donde la entidad opera. Por lo tanto, el público primario del programa son los casi 5 mil empleados que funcionan como vínculo directo con las comunidades.

 

La gente del RIO tiene una cualidad diferencial: es joven y tiene arraigado un espíritu solidario y comprometido con el país. El Banco recibe pruebas cotidianas de ello: permanentemente le llegan de sus empleados propuestas y solicitudes para ayudar a distintas organizaciones. De ahí el origen de varias de las acciones que desarrolla en su Programa de Responsabilidad Social Corporativa y en otros canales: el grupo de Teatro Solidario (que monta piezas teatrales propias para exhibir ante chicos de escasos recursos), el programa Regalá Sonrisas (por medio del cual los empleados llevan juguetes a hospitales de niños para el día de Reyes) y las maratones de lectura de la Fundación Leer (de las cuales participan los empleados).

 

El mensaje que se quería dar a este público con el programa —y también con los canales de comunicación que se utilizaron para difundirlo internamente: intranet y revista interna, entre otros— era el siguiente:

 

Banco RIO abre un espacio para que el conocimiento que tienen sus colaboradores acerca de la realidad de sus comunidades se transforme en propuestas de cambio. El objetivo: crear alternativas laborales para aquellas personas que encuentran en el trabajo un valor esencial en sus vidas.

 

 


> Descripción y ejecución del plan

 

El programa, paso a paso

 

1. Arranca la convocatoria

Ideas que dan trabajo comenzó en septiembre de 2004 con la primera convocatoria a empleados a través de la intranet: allí se publicaron las bases del programa y el formulario de inscripción para los proyectos. También se difundió la propuesta a través de notas en el house organ Encuentro (ahora llamado Ideas).

 

2. Se reciben los proyectos

Los empleados que propongan emprendimientos deben completar un formulario específicamente armado donde deben describir el proyecto, especificar los beneficiarios, pautar un cronograma de actividades y desglosar un presupuesto, entre otros detalles. Se admite que un empleado presente más de un proyecto siempre y cuando participe activamente de todos ellos.

 

3. Se seleccionan los emprendimientos viables

Para ser elegidos, los emprendimientos deben cumplir con ciertos requisitos

  • generar fuentes de empleo genuinas (el dinero no se destina al pago de salarios o alquileres)
  • ser sustentables en el tiempo, es decir, autofinanciarse luego de la etapa de inversión inicial
  • contar con una organización civil responsable, que será la que reciba y administre los fondos (el objetivo de este requisito es garantizar el know how en la administración del emprendimiento)
  • tener como padrino responsable al empleado que presentó la idea y que será quien funcione como vínculo entre el Banco y el proyecto
  • potenciar el trabajo junto a otros actores sociales

 

En esta selección, el comité evaluador califica los proyectos con un puntaje del 1 al 100 y precalifica a aquellos que superan los 70 puntos. Luego, selecciona a tantos como le sea posible según el presupuesto asignado: 25 mil pesos por cada una de las 10 zonas en que se divide el país por la Red de Sucursales y 50 mil pesos para áreas centrales.

 

4. La idea se pone en marcha

Aquellos emprendimientos seleccionados reciben el dinero en una entrega de la que participan el padrino que presentó la idea, un representante de Relaciones Institucionales de Banco RIO, la organización civil que se responsabiliza por el proyecto y todos aquellos beneficiarios que quieran formar parte de la celebración. (Ver Anexo).

 

5. Se realiza el seguimiento del proyecto

Periódicamente, personal del Banco vista los emprendimientos para informarse acerca de su marcha y mantener el vínculo con ese grupo comunitario.

 

Ideas que dan trabajo I

 

De los veintiocho proyectos que presentaron empleados desde distintos puntos del país, diez quedaron seleccionados y nueve ya se encuentran en ejecución. Algunos de ellos son: una huerta orgánica, un taller textil, una fábrica de tortas, una carpintería y una granja avícola.

 

Dispersos por distintos puntos del país, estos emprendimientos benefician a comunidades de las provincias de Buenos Aires (Morón, Tigre, Ituzaingó, La Plata, Balcarce), Santa Fe, Río Negro y Córdoba.

 

Ideas que dan trabajo II

 

En la segunda edición del programa (iniciada en septiembre de 2005), los empleados presentaron 22 proyectos que aspiran a ayudar a su comunidad, de los cuales 14 quedaron seleccionados. Si bien la cantidad de proyectos presentados es levemente inferior a la del año previo, la cantidad de casos seleccionados subió debido a un aumento en la viabilidad de las presentaciones (aumentó el conocimiento acerca de los requisitos).

 

Algunos de los proyectos que el programa puso en marcha en 2005 son: una pizzería con venta al público, un taller textil para la confección de ropa de blanco, un criadero orgánico de caracoles, una carpintería de mobiliario escolar, dos talleres de ropa de trabajo y otro de ropa de cama, un microemprendimiento turístico, una herrería, una panadería y una granja.

 


> Evaluación y resultados

 

  1. El principal beneficio producido por la puesta en marcha del  plan es el impacto social en las comunidades

 

A dos años de su puesta en marcha, Ideas que dan trabajo ya exhibe resultados concretos y sólidos. Por un lado, porque cumplió con los objetivos para los que fue creado: generó fuentes de trabajo en diversas comunidades del país a través de emprendimientos que agregan valor social e involucró para ello a todos los integrantes de Banco RIO.

 

Algunos números del programa permiten comprender este impacto.

 

Para Ideas que dan trabajo I

  • La inversión total del Banco fue de 131.234 pesos
  • Las personas que consiguieron empleo en un emprendimiento sustentable fueron 130
  • La cantidad de beneficiarios indirectos (los miembros de sus familias): 675

 

Para Ideas que dan trabajo II

  • La inversión total del Banco fue de 184.317 pesos
  • Las personas que consiguieron empleo en un emprendimiento sustentable fueron 194
  • La cantidad de beneficiarios indirectos (los miembros de sus familias): 970

 

En total: el programa permitió generar o impulsar 23 emprendimientos que dieron origen a 324 puestos de trabajo genuinos y directos (una cifra que tiene posibilidades de incrementarse a medida que crezcan tales emprendimientos), con una inversión de 315.551 pesos.

 

No obstante, el valor social agregado por el programa excede la generación de empleo. Dos ejemplos: la huerta comunitaria que se abrió en Rosario no sólo crea fuentes de trabajo digno para jefes de hogar humildes. También fomenta la producción de alimentos libres de agroquímicos y contribuye a recuperar un espacio urbano abandonado, convertido en basural. Por otra parte, el taller textil de Pacheco se consolida como fuente de empleo y además va camino a convertirse en un centro de capacitación para los jóvenes de la zona.

 

 

  1. El programa también mejora el vínculo de la empresa en las comunidades donde opera, incluidos sus propios colaboradores

 

Los empleados del Banco —miembros activos de la comunidad y encarnadura de la inserción social de la empresa— valoran positivamente la iniciativa en los distintos estudios que evalúan el clima laboral.

 

En la Encuesta de Clima interno que el Banco lleva a cabo anualmente, tres de los indicadores más importantes de la dimensión Responsabilidad social

  • “Banco RIO me da oportunidades de participar en actividades que benefician a la comunidad”
  • “Esta es una empresa comprometida con la comunidad, el Estado y las instituciones”
  • “Conozco que existe el Programa de Responsabilidad Social Corporativa de Banco RIO”

alcanzan un promedio de 7,2 puntos (ligeramente superior con relación a los indicadores de otras dimensiones).

 

Por otra parte, en la encuesta Great Place to Work 2005 la afirmación “Trabajo en una empresa que cumple con sus deberes para con la comunidad, paga sus impuestos y cumple con las regulaciones gubernamentales” (un indicador que define integralmente la responsabilidad empresaria) alcanzó un nivel de respuesta del 93 por ciento.

 

Ideas que dan trabajo también refuerza el vínculo con la comunidad a nivel de los beneficiarios directos e indirectos (familiares, vecinos, clientes de los emprendimientos) como de las asociaciones civiles que administran los proyectos. Y eso se percibe a través de diversos canales de feedback: desde las cartas de agradecimiento, hasta el recibimiento que tienen los empleados del Banco que van a visitar los proyectos.

 

Ideas que dan trabajo no recurrió a ninguna campaña de prensa para darse a conocer porque su objetivo no era informar masivamente de la acción sino impactar localmente en las comunidades, a través de hechos concretos. No obstante, este mismo impacto generó repercusiones en medios comunitarios.

 

En Balcarce, por ejemplo, los diarios El Liberal y El Semanario difundieron la historia de la granja La Aventura (explotación avícola y huerta), abierta con apoyo del Banco en el primer ciclo del programa. Los matutinos destacan la creación de fuentes de trabajo para seis familias de bajos recursos y las posibilidades de crecimiento que tiene el emprendimiento. Por otra parte, La Mañana de Córdoba se hizo eco de otro proyecto que dio trabajo: un emprendimiento agrícola en Alta Gracia que contempla la apertura de una escuela agrotécnica. (Ver Anexo.)

 

Otros tantos testimonios de los protagonistas del programa (empleados del Banco y beneficiarios) reflejan el valor social del programa.

 

“Con este proyecto además de generar empleo le demostramos a los vecinos que trabajando se puede. Que hay una alternativa de mayor dignidad a la que ofrecen los planes sociales. Queremos fortalecer la confianza de la gente en las alianzas entre distintos sectores de la sociedad y en eso el rol del Banco fue fundamental.” Patricio Grehan, sacerdote, responsable del taller textil que el banco ayudó a abrir en Pacheco.

 

“Ser el padrino de un proyecto que genera trabajo es inexplicable. Cuando fui a ver los avances en la producción, una a una las personas me agradecieron por darles la oportunidad que nadie les da. Cuando quise empezar a hablar no pude: la gratitud y el afecto que me brindaron embriagaron mi alma. Sin lugar a dudas, el que más da más recibe. Y que mi banco promueva iniciativas como esta me enorgullece", Fernando Moreno, padrino del taller textil Un lugar creativo.

 

“Creo que los programas de Responsabilidad Social Corporativa tienen un efecto concreto cuando involucran a las personas que trabajan en la empresa. Las iniciativas solidarias producen  mucha satisfacción, y sincera. Ayudar a alguien que no tiene ninguna expectativa para que pueda vivir de su trabajo es algo único.” Pedro Ceballos, gerente de Riesgos Estandarizados y padrino de cinco proyectos, tres de los cuales resultaron aprobados y hoy se encuentran en marcha.

 

“En las afueras de La Plata tenemos un comedor familiar, Pan de vida, donde meriendan aproximadamente 50 familias. Es decir, que más de 900 chicos por día vienen por su alimento. Pero, mejor aún, paralelamente las madres de estas familias se están capacitando para generar un mercado laboral que les permita obtener recursos propios”, Gustavo Terry, padrino del proyecto Manos Unidas.

 

“Creo que esto que hace el Banco es muy bueno. Realmente uno se siente satisfecho cuando que a partir de una idea y del apoyo de una empresa se le da la posibilidad de trabajar a la gente que más lo necesita. El Banco debería mantener este prorgama en el tiempo”, Martín Feruglio, padrino del emprendimiento Granja La Aventura.

 

“Con estos programas el banco nos da herramientas para poder involucrarnos en proyectos y ayudar a personas que carecen de lo que nosotros tenemos diariamente: trabajo. Esto lo hace sentir a uno realmente bien, orgulloso y satisfecho de cumplir una función social. Considero sumamente importante promover estas iniciativas, en especial por la realidad social que vive nuestro país.” Javier Ruarte, padrino de un proyecto de producción y fraccionamiento de cereales en Alta Gracia, Córdoba.

 

"Este proyecto acercó a ocho familias la posibilidad de contar con su propio emprendimiento productivo. Trabajar en algo así es una experiencia gratificante. Es incomparable ver concretada una ilusión de la gente." Leonardo Arriola, padrino de Granja La Aventura.

 

Todos estos resultados confirman que el camino iniciado por Ideas que dan trabajo es el correcto. Que la mejor forma de contribuir al desarrollo de la sociedad es brindarles herramientas a sus integrantes para que ellos mismos sean constructores del desarrollo. El Banco sabe que este camino merece ser profundizado y por eso, a mediados de 2006, planea convocar a  todos sus colaboradores para que acerquen proyectos la tercera edición del programa. Para que así más ideas germinen en una nueva realidad con oportunidades para todos.



[1] Esa cifra no incluye la inversión que Banco RIO realiza a través de su Plan de Impulso a la Educación Superior, que asciende a 30 millones de pesos (para el período 2004/2006) y que se destina a otorgar becas para perfeccionamiento docente e investigación aplicada, abrir aulas de navegación en universidades e implementar premios que fomentan la cultura de los emprendimientos, entre otras acciones.