EDENOR y la Tarifa Social

2002 fue el año de las profundas alteraciones macroeconómicas en nuestro país. Para Edenor, y para todas las empresas prestadoras de servicios públicos, significó también un cambio de las reglas de juego, ya que la pesificación, el congelamiento de las tarifas y la ausencia de financiamiento de los organismos internacionales las colocó en una crisis inédita que hoy, 18 meses después, lejos de encarrilarse, se complica progresivamente debido a que las empresas cobran sus servicios en pesos y pagan sus deudas - y gran parte de sus insumos- en dólares.

Desde entonces, las empresas se encuentran imposibilitadas de realizar inversiones, ya que viven de la caja, ajustándose a las mínimas necesidades de mantenimiento, lo que llevará, inevitablemente, a una reducción de la calidad de los servicios.

La falta de definiciones por parte del entonces gobierno de transición aumentó la confusión y la incertidumbre en un escenario más que ensombrecido. En realidad, desde que estalló la crisis, prácticamente no existió diálogo entre el gobierno y las empresas privatizadas, solamente hubo promesas de renegociación y revisión tarifaria. En enero de 2002, se creó una Comisión Renegociadora, dependiente del Ministerio de Economía, que debía expedirse en 120 días y jamás demostró interés en hacerlo. Hubo dos llamados a audiencias públicas, que nunca se realizaron, y otros tantos decretos de aumento de tarifas de electricidad y gas que fueron rechazados por la Justicia.

A los índices de desocupación y pobreza, la falta de dinero para cumplir con los vencimientos de préstamos bancarios, la alarmante morosidad y las caídas del consumo se agregaron los estallidos sociales y las permanentes movilizaciones callejeras, con piquetes, cortes de calles y rutas, escraches y daños a las oficinas comerciales de la empresa.

EJECUCIÓN DEL PLAN

Tomar el toro por las astas.

Edenor es una empresa de servicios públicos que tiene a su cargo la distribución y comercialización de energía eléctrica en la zona norte de Capital Federal y el noroeste del Gran Buenos Aires, cubriendo una superficie total de 4.637 km2. Desde setiembre de 1992, fecha de inicio del contrato de concesión, atiende los requerimientos de más de 2.200.000 clientes

Cuando se agudizó dramáticamente la crisis socio – económica, los clientes con menores recursos hicieron conocer de diferentes maneras sus dificultades de pago y necesidad de continuar con la prestación del suministro eléctrico sin interrupción alguna.

La compañía enfrentó la situación con firmeza y flexibilidad al mismo tiempo. El Gerente de Relaciones Institucionales y el Director Comercial Adjunto entablaron extensos diálogos con representantes de las distintas fracciones que manifestaban frente a las oficinas comerciales, sin eludir temas ni responsabilidades, entre ellos la posibilidad de lograr autorización para implementar una tarifa social. Fue una tarea ardua, no exenta de discusiones subidas de tono y escraches frente a oficinas comerciales, principalmente aquellas ubicadas en las inmediaciones de zonas muy carenciadas.  

Consecuente con su cometido, la empresa instituyó planes accesibles de financiación sobre las facturas vencidas de los clientes con problemas de pago y se comprometió a no cortar el suministro eléctrico a los comedores infantiles de los barrios más humildes ubicados en su área de concesión.

En el mes de abril, las máximas autoridades de Edenor formalizaron la presentación de un proyecto de Tarifa Social ante la Comisión Renegociadora creada en el marco de la Ley de Emergencia Económica.

Un plan vehiculizado a través de canales no habituales

Los reclamos públicos en este escenario de incertidumbre política, social y económica, tenían como cabezas visibles a distintas agrupaciones populares, autodenominadas “Piqueteras”. La gran cobertura que los medios de comunicación brindaron a sus desplazamientos, realzó el protagonismo de algunas personas, que se constituyeron en líderes naturales de esos movimientos. Entre ellos, surgieron nítidamente los nombres del diputado provincial Luis D´Elía y su compañero de ruta en el reclamo de las clases más indigentes: Juan Carlos Alderete.

Los cortes de calles, rutas y puentes, las marchas y concentraciones, eran el escenario propicio para exigir acciones inmediatas, como la implementación de la tarifas social. La politización de algunos sectores dirigentes de sectores combativos, amenazó con agravar la situación y generar un ambiente de violencia mayor.

¿En este contexto, cómo hacerles entender que lo que ellos reclamaban ya había sido pensado, articulado y presentado a las autoridades nacionales por Edenor?

La respuesta estuvo a cargo de la Gerencia de Relaciones Institucionales, que propuso a las autoridades de la compañía entablar un diálogo directo con los líderes piqueteros de la Corriente Clasista y Combativa, Juan Carlos Alderete y Luis D’Elía, para imponerlos de la situación, intentar su comprensión y tratar de detener la escalada de acciones que injustificadamente tensionaban a propios y extraños.

En una reunión concertada a tal efecto durante el mes de mayo, el Gerente de Relaciones Institucionales, Carlos Serrano, acompañado por el jefe de Prensa, Alberto Lippi, les explicó las características de la tarifa social impulsada por Edenor y cuáles eran los impedimentos legales que demoraban su puesta en marcha, ya que el proyecto estaba en la órbita del Ministerio de Economía de la Nación.

En la ocasión, también les informó detalladamente sobre el plan de financiación de pagos que se estaba instrumentando con los clientes de menores recursos desde diciembre de 2001, que hasta ese momento beneficiaba a aproximadamente  a 70 mil titulares, y la iniciativa de no cortar el suministro a los comedores infantiles, acciones sobre las cuales la empresa ya había comunicado a la opinión pública a través de los medios de comunicación

El acercamiento a los líderes piqueteros determinó un drástico cambio de rumbo y modalidad en la tradicional política de comunicación de Edenor.

 

CONCLUSION - EVALUACION

El proyecto de tarifa social presentado por Edenor a la Comisión Renegociadora de Contratos el día 11 de abril de 2002 constituyó el primer plan de ese tipo impulsado por una empresa de servicios públicos.

Al comunicar su claramente su existencia, los manifestantes y líderes piqueteros comprendieron que Edenor decía la verdad, y trasladaron sus reclamos al gobierno.

El punto de inflexión más destacado lo constituyó el discurso que Juan Carlos Alderete improvisó en un acto realizado en Plaza de Mayo el día 20 de junio de 2002, cuando mencionó a Edenor como la impulsora de la tarifa social y reclamó al Ministro de Economía la autorización para ponerla en marcha.

La tarifa social depende ahora de una ley que está en proceso de análisis en el Senado de la Nación, cuya sanción depende de la voluntad política de quienes tienen la responsabilidad de concretarla.

Adicionalmente al proyecto de tarifa social, al finalizar el año 2002 Edenor  contabilizó casi quinientos mil planes de financiación sobre facturas vencidas de sus clientes con dificultades de pago. La empresa cumple, además, su compromiso de no cortar el suministro a los comedores infantiles de zonas carenciadas.

PRUEBAS

Anexo 1: Antecedentes de marchas y manifestaciones en oficinas comerciales de Edenor.

Anexo 2: Reclamos tipo recibidos en las oficinas comerciales.

Anexo 3: Transcripción de notas periodísticas.

Anexo 4: Resumen Ejecutivo de la presentación del Proyecto de Tarifa Social a la Comisión Renegociadora de Contratos de Obras y Servicios Públicos.

Anexo 5: Minuta de Reunión con Piqueteros.

Anexo 6: Video, cassette y fotografías con pruebas fehacientes